A día de hoy, estar casado es muy importante en cuanto a los derechos hereditarios de la pareja supérstite puesto que, no es lo mismo ser “esposo” que “pareja”, jurídicamente hablando.
La ley establece que solo el cónyuge es legitimario, por lo que esos derechos, al menos en el Código Civil, no se le dan a la pareja con la que uno no se ha casado.
Puede parecer injusto, pero, la ley así lo establece y la consecuencia es que, la pareja queda desprotegida, porque no tiene garantizado por ley derecho alguno en la herencia. La solución si uno no se quiere casar, es hacer testamento y dejar a la pareja la libre disposición
Sobre el tema de hacer testamento, existe la creencia popular de que “cuando uno hace testamento, se muere”, lo cual es más superstición que cualquier base científica, pero, es suficiente para que la gente, deje de hacerlo. No obstante, en estos casos de parejas no casadas, es muy importante el testamento, porque, se dan muchos casos en los que existen hijos de anteriores matrimonios que no aceptan que sus padres hayan rehecho su vida.
Cuando el padre fallece sin testamento, serán llamados los herederos intestados, y entre dichos herederos intestados está el cónyuge, pero no la pareja (artículo 913 del Código Civil) quedando indefensa.
